La ética del carácter como cimiento del éxito en cosas tales como la integridad, la humildad, la fidelidad, la mesura, el valor, la justicia, la paciencia, el esfuerzo , la simplicidad y la modestia es fundamental para poder garantizar un verdadero éxito sentido y duradero. Debemos analizar cual es nuestro estado en estos principios para trabajarlos y desarrollarlos. Si lo conseguimos conseguiremos ver la realidad no solo como nos ha enseñado nuestro entorno sino desde nuestro interior y eso nos posibilitará contestar a la realidad de distinta manera en muchos casos respecto a como lo hacemos actualmente.
Conseguir impregnar ese carácter y realizarlo cotidiana mente como algo normal sin forzar situaciones.
También es cierto que a veces siguiendo la ética de la personalidad se consiguen resultados a corto plazo; por ejemplo, un político con carisma puede tener éxito a corto plazo pero a buen seguro que si no va acompañado de principios como dignidad humana, el de servicio o idea de contribución, el de la calidad o excelencia, el de crecimiento, el de la justicia, la paciencia , el esfuerzo, etc., en un periodo corto de plazo fracasará, los principios de la ética del carácter son los que definen nuestra fuerza interior y la que nos dará fuerza para afrontar el exterior, no se pueden saltar diez escalones, hay que ir uno a uno, para subir con equilibrio y tener éxito duradero y verdadero.
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